A pesar del intento de diversificar su comercio internacional, Otawa perderá la libertad de negociar el tratado de libre comercio con sus socios comerciales, debido al recién alcanzado Acuerdo entre Estados Unidos,México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), que estipula que, en el caso de que un país suscriba tal tratado con una economía no de mercado, los otros podrán retirarse del acuerdo tripartito en seis meses.
Washington impone píldoras envenenadas al mundo
Como señala The Financial Times, esta cláusula no tiene otro objetivo que contener China y asegura que Canadá y México hagan lo mismo. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, la llama la cláusula de la píldora envenenada, término que hace referencia a una estrategia utilizada por las empresas para desalentar las adquisiciones hostiles, e intenta copiarla en los convenios comerciales a firmar con Japón, la Unión Europea y el Reino Unido.
¿Podrá Washington imponer un sistema comercial exclusivo para aislar a Beijing?
Valiéndose de su potencia, Estados Unidos ha privado la soberanía y la libertad de sus vecinos con un acuerdo de libre comercio ni libre ni justo. Pero no es fácil ingerir la píldora venenosa.
El pasado miércoles, la Ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, afirmó que Canadá avanzará en las negociaciones sobre acuerdos de libre comercio con otros países en base a sus propias decisiones, al informar su homólogo,Wang Yi, sobre la firma del USMCA. Canadá está lista para unirse a otros países, incluida China, para mantenerse fiel a un sistema comercial multilateral regido por reglas y oponerse al proteccionismo comercial, declaró la canciller.
Por su parte, el presidente de la Cámara Canadiense de Comercios, Perrin Beatty, advirtió que Canadá debe aprender la lección de que nunca puede depender desproporcionadamente de un mercado de comercio. Debemos seguir diversificando el mercado para defendernos de las medidas comerciales caprichosas e injustas, dijo, al comentar el acuerdo tripartito.
Es poco probable que la Unión Europea conceda su sobernaía e independencia para tomar la píldora venenosa estadounidense.
Bruselas ha decidido instalar un mecanismo especial en colaboración con Rusia y China, para esquivar las sanciones por parte de Washington, para seguir haciendo negocios con Irán después de que el país norteamericanos se retirase del acuerdo nuclear. Mientras tanto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó en la Asamblea General de ONU,que Francia no firmará acuerdos comerciales con el país que no respete el Acuerdo de Paris (sobre el cambio climático).
Por su parte, Japón se hallará en un dilema ante las presiones de la Casa Blanca, tomando en cuenta que China es su mayor socio comercial y el mayor destino de sus productos de exportación.
Se estima que la envergadura del mercado de consumo de China,alcanzará el nivel de Estados Unidos para ser el número uno del mundo. En tanto, el gigante asiático sigue siendo el mayor socio comercial de más de 120 países y regiones del mundo. ¿Acaso algunas economías desean renunciar a las oportunidades de desarrollar el comercio con China?
La semana pasada, BMW anunció nuevas inversiones en China por un valor de 3 mil millones de euros; ExxonMobil suscribió un acuerdo de inversiones de 10 mil millones de euros en el país; y Tesla, por su parte, establecerá en Shanghai su primera superplanta fuera del territorio norteamericano. Nadie sino los paranoicos creen que se puede establecer un sistema comercial global que excluya a China.
El laboratorio de ideas canadiense Public Policy Forum, ha formulado varias propuestas prácticas para que el país intensifique la cooperación con ciertos sectores de China, eludiendo la cláusula de la píldora envenenada del USMCA. Si la estrategia de diversificación (de Canadá) no incluye a China, la segunda economía mundial y el mayor comprador de muchos productos canadienses, la estrategia será ilógica y está condenada a frustrarse”, sentenció un informe del think tank.
Por un lado, está la cooperación de beneficio mutuo, practicada por China; por el otro, America First y el juego de suma cero, abogados por Estados Unidos. ¿Washington podrá imponer su opción con la fuerza sobre otros países?