El pasado 20 de mayo se introdujeron nuevas modificaciones en las revisiones de las ITV, pero es en septiembre cuando entra en vigor uno de los cambios más significativos.
TÜV Rheinland, especializada en servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial, y que cuenta con 25 ITV repartidas por todo el país, explica cuál es y cómo va a afectar este cambio.
Los principales cambios en curso desde el 20 de mayo están relacionados con los plazos y las pruebas realizadas durante la inspección.
Los conductores pueden pasar la revisión antes de la fecha prevista hasta con 30 días de antelación, manteniendo el mismo día de la siguiente inspección con independencia del momento en que se produzca la anterior, siempre que ese adelanto no supere el mes.
Además, las segundas inspecciones pueden realizarse en cualquier estación, siempre que se disponga de los datos de los defectos de la primera inspección mediante presentación del correspondiente informe.
Al mismo tiempo, en cuanto a la revisión del kilometraje, las estaciones de ITV continuarán anotando el kilometraje del vehículo y deberán comprobar, además, que no exista una evidente manipulación del cuentaquilómetros o que no se encuentre claramente fuera de servicio.
Durante este tiempo se ha generado, según TÜV Rheinland, “cierta polémica, por desconocimiento, al respecto de las lecturas de lecturas OBD para emisiones”.
A pesar de ser obligatorias a partir del 10 de septiembre, las estaciones de ITV ya han estado realizando lecturas OBD a modo de prueba y con objeto de informar a los clientes (sin reportar defectos).
En cuanto al nuevo cambio, y a partir del próximo 10 de septiembre, todas las estaciones trabajarán con los nuevos dispositivos de lectura OBD que comprobarán únicamente el funcionamiento de los sistemas de control de emisiones (E-OBD).
Este protocolo se aplicará para coches fabricados a partir de 2006 (vehículos ligeros Euro 5 y Euro 6 – Vehículos pesados Euro VI).
La lectura E-OBD constituye una prueba complementaria (no sustituye) a las pruebas convencionales de gases de emisión/opacidad, que se seguirán realizando, adaptándolas a las nuevas tecnologías.
En el caso de ser rechazado el vehículo por defectos en la lectura de la centralita E-OBD, no será necesaria la realización de la prueba de emisiones.
Según palabras de Rodrigo Radovan, director de Expansión de TÜV Rheinland España, a Enrique de Areba, Director de GLOBAL MOTOR, “la entrada en vigor de esta medida supone un paso más en la implantación de las medidas recogidas en el Real Decreto 920/2017, con el claro propósito de hacer de la carretera un lugar más seguro”.
En ese sentido, Radovan señala que “tanto los aspectos técnicos referidos a los elementos mecánicos del vehículo como aquellos relacionados con el medio ambiente serán controlados con mayor facilidad, contribuyendo a disminuir el número de accidentes y favoreciendo un menor impacto ambiental”.
Enrique de Areba
Director Global Motor