Peng Liyuan, esposa del presidente chino Xi Jinping, habló el día 26 por video en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU sobre el fin de la tuberculosis y pidió esfuerzos globales para acabar con la epidemia.

Peng, quien en 2011 se convirtió en Embajadora de Buena Voluntad de la Organización Mundial de la Salud para la Tuberculosis y el VIH/Sida, compartió sus sentimientos y experiencias con los asistentes a la reunión, celebrada en la sede de la ONU en Nueva York.

También compartió las conmovedoras historias de los héroes olvidados en China que se han dedicado desinteresadamente a la causa del combate contra el mal.

Peng, quien es también Embajadora Nacional de China para el Control y Prevención de la Tuberculosis, dijo que el control y prevención de esta enfermedad epidémica en China han logrado rápidos avances y que sus víctimas están siendo diagnosticadas y tratadas de forma más oportuna y efectiva.

También indicó que este avance se ha logrado gracias a la gran importancia que el gobierno chino y toda la sociedad han otorgado a la causa, así como a la entusiasta participación de cerca de 700.000 voluntarios.

En algunas partes de China, la prevención de la enfermedad se ha convertido en una de las tareas clave del programa de liberación de la pobreza del gobierno, explicó Peng.

En la actualidad, China está registrando incrementos continuos en la detección temprana de casos y en las tasas de cura en tuberculosis y descensos en morbilidad y mortalidad, lo que permite una nueva vida para muchas de las víctimas del mal, dijo Peng, quien agregó que la tasa de conciencia sobre su control y el conocimiento sobre la prevención han superado el 75 por ciento en China.

Gracias a los esfuerzos conjuntos de los gobiernos, las organizaciones internacionales, las ONG, especialistas y voluntarios, el control y prevención de la epidemia de tuberculosis a nivel mundial　han registrado logros significativos, pero la humanidad aún enfrenta severos retos en este aspecto, dijo Peng.

La Organización Mundial de la Salud ha adoptado la Estrategia Fin a la Tuberculosis, pidiendo a todos los países del mundo a unirse y a hacer todo lo posible por cambiar la vida de los millones de personas afectadas y poner fin a la epidemia global.

La reunión de alto nivel fue presidida por María Fernanda Espinosa Garcés, presidenta de la 73° sesión de la Asamblea General de la ONU. Durante la reunión se apoyó una declaración política sobre el control y la prevención de la tuberculosis.