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Oriol Junqueras no es un criminal

Radio Internacional / 19 octubre, 2018
con Federico Quevedo

Oriol Junqueras no es un criminal. Se que decir esto me cuesta muchas incomprensiones, pero intentemos por un momento no dejarnos llevar por el apasionamiento, y centrémonos en la realidad de los hechos, porque al final aquellos que le tachan de criminal, golpista y delincuente, no hacen sino caer en la misma trampa verbal en la que caen los extremistas del secesionismo cuando identifican a todo el que no piensa como ellos con el fascismo. Oriol Junqueras puede estar equivocado, sin duda sus actos deben ser llevados ante la Justicia porque vivimos en un Estado de Derecho y saltarse la ley tiene consecuencias.

Pero, insisto, no es un criminal. No merece estar en la cárcel, ni siquiera por la más que poco creíble sospecha de que pudiera escaparse a otro país. Lo he dicho otras veces y lo reitero hoy: la prisión preventiva es un anacronismo jurídico que tiene sentido para cierto tipo de delincuentes violentos con riesgo de reincidencia. Pero No estamos hablando de un criminal, sino de un político que movido por sus ideas ha intentado llevar a cabo algo que desde un punto de vista político es perfectamente legítimo y, por eso, su partido y otros partidos que defienden la independencia de Cataluña tienen representación parlamentaria. Porque no olvidemos que esta es la paradoja en la que nos movemos: se puede defender la independencia de Cataluña, pero no se puede hacer nada para conseguirla dentro de los márgenes de la legalidad.

Lo cierto es que, movido por sus ideas, Junqueras formó parte de una conspiración política para lograr ese objetivo sorteando la ley y la Constitución, y por eso el Tribunal Supremo le juzgará a él y a otros que le acompañaron en ese desafío al Estado de Derecho. Si hubo rebelión o no, lo decidirá el tribunal que le juzgue, y lo cierto es que existe un debate jurídico de fondo sobre el asunto hasta el punto de que alguien con una formación jurídica muy sólida como el ex presidente del Supremo, Pascual Sala, opina que no se ha dado ese delito, en contra del criterio del juez Llarena. Yo no soy nadie para decir si hubo o no delito de rebelión, pero sí que creo que ninguna persona debe estar en prisión por sus ideas, aunque sus ideas le hayan conducido a vulnerar la ley. Y no me vale la comparación con saltarse un semáforo en rojo o cometer otro tipo de faltas y delitos, porque no es lo mismo y ustedes lo saben.

Así que no me ha parecido mal que Pablo Iglesias haya ido a la prisión de Lladoners a visitar a Junqueras… Otra cosa es criticar su afán de protagonismo, su obsesión por aparentar que quien manda aquí es él, y no Pedro Sánchez… Pero hablar con Junqueras es necesario si queremos resolver el conflicto político con Cataluña. Y en ese sentido Iglesias ha dado un paso positivo, que si de algún modo contribuye a aflojar la tensión política, será bienvenido. El problema es que yo creo que el Gobierno tiene muy difícil a estas alturas cualquier gesto hacia los políticos presos, al menos hasta que concluya el juicio en el Supremo.

Y aún así, entonces, ya veremos

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