España es uno de los paÃses más restrictivos de la UE en materia de taxis y VTCs
El pasado mes de agosto Madrid sufrió una huelga general por parte del sector del taxi. El motivo de la protesta no era otro que la irrupción de las plataformas digitales en el mercado del transporte de viajeros en las grandes ciudades, como es el caso de Uber o Cabify, intensificando asà una competencia que, hasta hace poco, estaba fuertemente restringida.
Prueba de ello es que el número de licencias de taxi lleva congelado desde hace décadas, y está rondando las 65.000 en toda España.
La concesión de nuevas licencias de vehÃculos de alquiler con conductor, los conocidos hoy en dÃa como (VTC) se produjo gracias a la liberalización parcial del sector que tuvo lugar en 2009. Fue entonces cuando el PSOE, bajo el Gobierno de José Luis RodrÃguez Zapatero, aprobó la ley ómnibus, sobre el libre acceso a las actividades de servicios. Hasta entonces, regÃa el criterio una licencia de VTC por cada 30 licencias de taxi cuyo origen se remonta a la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) de 1987 y su posterior reglamento. Sin embargo, la citada ley ómnibus eliminó ese ratio, permitiendo la concesión de licencias VTC sin ningún tipo de lÃmite.
Esta liberalización duró hasta finales de 2015, momento en el que el Gobierno del PP aprobó un nuevo reglamento del transporte, introduciendo de nuevo el lÃmite 1/30. Asà pues, las licencias VTC concedidas entre 2009 y 2015 son legales, tal y como acaba de avalar el Tribunal Supremo, pese a haber sido recurridas por las asociaciones de taxistas y diferentes administraciones locales y autonómicas.
Los tribunales podrÃan liberar en los próximos meses unas 10.000 licencias que todavÃa están pendientes de resolución, con lo que el número total de VTCs, ascenderÃa a cerca de 19.000, frente a las 65.000 de taxis existentes.
Después de que la oferta estuviera congelada durante lustros, el hecho de que en pocos años se dispare un 22% con la entrada de nuevos operadores supone un shock para el taxi, ya que, además de existir una mayor competencia por la clientela, presiona a la baja el precio de las licencias de taxi en el mercado de segunda mano (su precio medio ronda los 140.000 euros). De ahÃ, básicamente, las quejas y protestas de los taxistas, al ver que su tradicional modelo de negocio está amenazado.
El número de taxis está congelado. Según estimaciones de la consultora IBC & Partners, hay una necesidad de aumentar en más de 20.000, el número de licencias de Taxi en España, hasta superar el número total de 85.000, considerando únicamente dos variables importantes en el ámbito del servicio de taxi, como son el aumento de la población y el aumento del turismo, entre otras.
Tomando como base el escenario de licencias en España, en el año 1994, se concluye el efecto que tienen estas dos variables sobre la cifra de licencias de ese año que eran 72.100 licencias. Nos faltan más de 20.000 taxis para volver al escenario de hace casi un cuarto de siglo. De estas, 16.000 serian por el aumento de la población y 4.000 por el aumento del turismo.
Ahora bien, siendo éste el núcleo del conflicto, ¿cómo funciona el taxi y las licencias VTC en España en comparación con el resto de paÃses europeos?
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La cuestión es que, pese a las protestas de los taxistas, España cuenta con una de las regulaciones más restrictivas para de toda Europa. A grandes rasgos, el servicio de transporte de pasajeros que prestan los VTCs, es idéntico al de los taxis, siendo las diferencias entre ambos de tipo normativo y referido a la exigencia de distintos requisitos de acceso y ejercicio a la actividad. Ambos están sometidos a una intensa regulación, ya que se exige disponer de una licencia administrativa y el número de vehÃculos que pueden operar también está sometido a un control de la oferta por parte de la Administración mediante el establecimiento de lÃmites cuantitativos, asà como numerosas restricciones en cuanto a seguridad y calidad del servicio. Por otro lado, los precios del taxi (tarifas) están regulados, a diferencia de los VTCs, si bien la reintroducción del lÃmite 1/30 por parte del Gobierno prohÃbe en la práctica la concesión de nuevas licencias para empresas como Uber o Cabify, más allá de las obtenidas hasta 2015.
Es muy importante destacar que la Comisión Europea criticó de forma abierta, este tipo de limitaciones, en un reciente estudio sobre el sector del transporte. En concreto, señaló que determinados paÃses, como es el caso de España, mantienen una regulación «obsoleta».
Enrique de Areba
Director Global Motor