En directo

No entiendo nada. Lo digo en serio, no lo entiendo….

Radio Internacional / 21 septiembre, 2018
Editorial de Federico Quevedo

No entiendo nada. Lo digo en serio, no lo entiendo. Aquí estamos medios de comunicación, políticos de todos los partidos, enredados en una discusión interminable sobre si Pedro Sánchez plagió o dejó de plagiar en un libro, ya no en su tesis, escrito a medias con otro autor, sin que sepamos además si quién plagió fue el propio Sánchez o fue Carlos Ocaña… No lo entiendo. Entre la historia de los plagios de unos y otros, y el complicadísimo -por su tecnicismo- debate sobre si el Gobierno podía o no podía enmendar la reforma de la Ley de Violencia de Género para sortear el veto del Senado a los Presupuestos Generales del Estado, se nos está olvidando lo importante, o al menos lo estamos marginando como si fuera una cuestión menor.

Me explico: yo comprendo que el asunto de la tesis-libro de Pedro Sánchez tiene mucho morbo político, es fácil de explotar desde el punto de vista mediático, da juego para las tertulias y consigue el objetivo de poner al presidente del Gobierno en una situación incómoda, cuando menos. Es evidente que las últimas revelaciones han conseguido que incluso Pablo Iglesias, hasta ahora incondicional apoyo de Sánchez, cuestione la integridad del inquilino de La Moncloa. Esto no tendría mayor importancia si Pedro Sánchez contara con una holgada mayoría para gobernar, pero haciéndolo como lo hace con unos escasos

84 escaños, hasta la aparentemente más inofensiva acometida de la oposición se puede convertir en un auténtico dolor de cabeza que dé al traste con la ilusión de Sánchez de gobernar al menos hasta el año 2030.

Pero mientras nos enredamos en la madeja de los plagios y echamos cuentas de hasta dónde llega la osadía del Gobierno para sortear aquello que no le gusta por muy democrático que sea, los españoles de a pie tenemos que seguir pagando la luz más cara de toda Europa y llenar el depósito de nuestros vehículos nos cuesta como si fuéramos a comer a un restaurante de cinco tenedores. Es verdad que el Gobierno, al menos en lo que se refiere al primer asunto, ha tomado alguna decisión como la de eliminar el impuesto a la generación eléctrica que el PP se sacó de la manga para favorecer los intereses del sector, y que va a proceder a mejorar y facilitar las condiciones de acceso al bono social para que puedan acceder al mismo más familias en situación precaria.

Pero no es suficiente. Los sectores energéticos en España siguen disfrutando de una posición de fuerza que les permite pactar precios y trasladarlos a los usuarios sin que ningún poder público tome cartas en el asunto. Todos nos hemos preguntado alguna vez porqué el precio de la gasolina sube tan rápidamente cuando el precio del barril de petroleo se encarece, y sin embargo cuando se desploma -y eso ha ocurrido en unas cuantas ocasiones-, casi ni se percibe en el precio del combustible. De esto es de lo que se habla en las barras de los bares, se lo aseguro. No de la tesis de Sánchez, Porque lo que preocupa de verdad a los ciudadanos es cómo van a llegar a fin de mes, cómo van a poder pagar la factura de la luz, o si podrán seguir utilizando su coche o tendrán que dejarlo aparcado a pesar de necesitarlo porque el sueldo ya no llega para llenar el depósito. Pero de todo esto casi no hablamos… ¿Para qué? Ya nos entretenemos lo suficiente con la tesis de Pedro Sánchez.

Deja una respuesta

No te pierdas ningún programa 
Suscrí­bete y mantente informado
Todas las noticias, tus programas favoritos, propuestas, ofertas a nuestros suscriptores y mucho más 
Quiero estar informado
Te podrás desuscribir cuando desees.
close-link