Lo primero, antes que cualquier otra cosa, es desearles a ustedes un Feliz Año 2019 de parte de todo el equipo que hacemos a diario El Faro en Radio Internacional. Guille Tejeiro, Carmen Moreno, Inma Mansilla, Luis Huete y este que le habla, queremos transmitirles nuestro cariño y, sobre todo, nuestro agradecimiento por estar ahí, escuchándonos cada noche, acompañándonos en esta aventura radiofónica, y como cada comienzo de un año nuevo es tiempo de buenos propósitos el nuestro, no les quepa duda, es el de seguir mejorando para ofrecerles a ustedes el mejor programa de radio que puedan escuchar en esta franja horaria.

En ello pondremos todo nuestro empeño, así como en seguir haciendo de El Faro un programa de referencia por la libertad con la que cada noche quienes me acompañan expresan sus ideas y sus opiniones, por la innovación en sus espacios, y por la honestidad de sus principios. Por eso, y porque El Faro quiere seguir siendo un programa comprometido con la solidaridad, con la ayuda a los que más lo necesitan, con la lucha contra las desigualdades, con el apoyo a los sectores menos favorecidos, es por lo que hoy no podemos sentirnos alegres y contentos, a pesar de que es lo que cabría esperar al inicio de un nuevo año.

Y no lo estamos, no lo estoy, porque cuando se hace más imprescindible que nunca el acuerdo de todos, la colaboración de todos en la lucha contra una de las lacras más terribles de  nuestra sociedad, la violencia contra la mujer, el partido ultraderechista VOX se ha descolgado condicionando su apoyo al pacto PP-Ciudadanos para gobernar en Andalucía al compromiso de estos dos partidos para eliminar las leyes contra la violencia de género y las partidas económicas destinadas a ayudar a las mujeres que la sufren así como prevenir esas situaciones.

Pues bien, les voy a decir una cosa: ni el PP ni Ciudadanos deberían ceder un ápice en sus planteamientos en este sentido. Ni un milímetro.

No puede haber renuncias en algo tan trascendental como es la lucha contra la violencia machista. No hay justificación alguna. Es preferible renunciar a gobernar la Junta de Andalucía antes que ceder al chantaje impresentable y antinatural del partido de Santiago Abascal que no ha hecho otra cosa que quitarse la careta y mostrarse en sociedad como lo que realmente es: un partido machista, xenófobo, tramposo y patriarcal.

Ni siquiera la justificación a la que se agarran es de recibo porque, si la excusa es ampararse en la Constitución y en su supuesto, insisto, supuesto incumplimiento, entonces deberían pedir lo mismo para otras leyes y medidas políticas que tambien incumplen los principios constitucionales como el pacto antiterrorista, la ley de partidos o la dispersión de presos. Pero, ¿a que eso no lo piden? Si se trata de poner a las mujeres en peligro de muerte, eso parece darle igual a VOX. Por eso no podemos estar contentos, porque la presencia en las instituciones de un partido como VOX, al que las encuestas auguran resultados sorprendentes en unas supuestas elecciones generales, amenaza otros principios constitucionales tan básicos como la libertad y la igualdad.

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Equipo de «El Faro»

(Radio Internacional 97.5 FM)

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