Recientemente,el vicepresidente estadounidense,Mike Pence,hizo un duro discurso contra China, en el que nos hace recordar The biblical Seven Years, un comentario publicado por el escritor estadounidense,Thomas Friedman,hace diez años en el New York Times.
Hace diez años, Thomas Friedman,escribió este artÃculo después de contemplar el maravilloso espectáculo de la clausura de los JJOO 2008 de Beijing y sentirse muy emocionado. Notaba que en julio de 2001, Beijing ganó la sede de los JJOO de verano 2008 y dos meses después tuvieron lugar en los EEUU los ataques terroristas del 11 de septiembre. Desde ese momento,los dos paÃses marchaban en diferentes caminos, según Thomas Friedman.
Thomas Friedman,comentó asà en su artÃculo: » cuando los chinos preparaban la olimpiada,los estadounidenses estábamos en la lucha contra Al Qaeda; ellos estaban construyendo mejores campos deportivos, el metro, los aeropuertos y las autopistas, mientras que estábamos investigando y fabricando mejores detectores para metales, carros armados y detectores no tripulados». Thomas Friedman,creÃa que en los siete años siguientes, los EEUU debÃan esforzarse por la construcción del paÃs.
Sin embargo, es lamentable que con diez años recorridos,China sostiene la reforma y la apertura,y este paÃs asiático está en su camino para la construcción de una comunidad de destino de la humanidad, que fue discutida, construida y compartida conjuntamente con otros paÃses, mientras que los EEUU todavÃa pensaban en su vÃa de destrucción.
Durante los últimos años, a pesar de que el Gobierno de Obama anunciara el cese de las dos guerras de su paÃs en Afganistán e Irak, EEUU se metió en Siria y destruyó Libia,y mandó el 60% de sus buques a las aguas del PacÃfico, lo que intensificaba la situación.
Con las consignas de campaña tales como «juntos haremos que Estados Unidos sea grande de nuevo», Donald Trump,se ha convertido en el dueño de la Casa Blanca y sólo después de más de un año de su investidura,hizo a su paÃs retirarse del Acuerdo de Asociación TranspacÃfico, el Acuerdo Climático de ParÃs, la UNESCO, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Acuerdo Integral de Irán sobre el tema nuclear,asà como otros acuerdos internacionales y agencias de la ONU. Él siempre pone los intereses de los EEUU por encima de las normas y compromisos internacionales y muchos paÃses ya han mostrado su acusación y condenación.
Haciendo caso omiso a estas acusaciones, el presidente Trump,todavÃa hace lo que quiere. Hace unos dÃas, condenó en una entrevista con Fox News a China,que tomara 500 mil millones de dólares de los EEUU e incluso dijo que los EEUU es constructor de China. El también se quejó: ¡los chinos han vivido por demasiado largo tiempo la vida buena! ¿Acaso los EEUU no han logrado beneficios en el comercio bilateral sino-estadounidense con valor anual de 500 mil millones de dólares? El exsecretario de Estado de los Estados Unidos,Colin Powell ,dijo que el desarrollo de China ha traÃdo muchos beneficios a los Estados Unidos y que los productos chinos de alta calidad y bajo coste han satisfecho las necesidades del pueblo estadounidense.
En comparación con hace una década, el desarrollo de China ha crecido a pasos agigantados. En 2008, el tren interurbano de alta velocidad Beijing-Tianjin, el primer tren de alta velocidad en China entró en funcionamiento. Hasta hoy en dÃa, además del TÃbet y Ningxia, otras provincias, distritos y ciudades de China,han abierto trenes de motor y trenes de alta velocidad con una velocidad de más de 200 kilómetros por hora,cuyo lÃmite máximo es de 350 kilómetros por hora, mientras que el proyecto acerca de la infraestructura con coste de 1.5 billones de dólares propuesto por el presidente Trump todavÃa está en papel.
La cifra de la gente pobre en China disminuyó de casi 200 millones en 2008 a más de 30 millones en 2017. El Gobierno chino prometió usar tres años para erradicar la pobreza en todo el paÃs en 2020, pero según la encuesta anual de la FED, publicada en mayo de este año, el 40% de los encuestados,dijeron que ellos ni siquiera podÃan obtener un pago de emergencia de 400 dólares y que deben recaudar dinero pidiendo prestado o vendiendo alguna propiedad.
El desarrollo es la última palabra y tanto el pueblo chino como el norteamericano debe enrollarse las mangas para esforzarse por ganar una vida buena.
Fuente CRI