El escritor Juan Ignacio Cortés, autor del libro `Lobos con piel de Pastor´, ha visitado los micrófonos de El Faro, de Radio Internacional, con Federico Quevedo para abordar la mayor crisis de la Iglesia católica, que el papa Benedicto XVI ya vaticinó: los abusos a menores.
Se trata de la primera investigación periodística sobre la pederastia en la Iglesia Católica en España, un minucioso y documentado resumen de lo acontecido, lo reconocido y lo silenciado desde finales del concilio Vaticano II hasta la actualidad. De hecho, la principal traba con la que se ha encontrado el escritor es la falta de datos, sobre todo, en España. Cortés analiza también la calidad y la implantación de las medidas adoptadas por los sucesivos pontificados y reconoce que “se están haciendo cosas para afrontar este problema, pero el silencio y el camino es largo”. En su libro recoge entrevistas con víctimas, psicólogos, sacerdotes y eclesiásticos destinados a luchar contra esta lacra que se ha convertido en una de las prioridades del pontificado de Francisco.
El periodista y escritor ha afirmado que “la pederastia tiene mucho que ver con una sensación de poder, es un abuso de poder”, se trata de un problema universal difícil de atajar porque, entre otras cosas, la Iglesia Católica no ha actuado como debiera: “durante mucho tiempo se miró para otro lado porque el nombre de una institución, la Iglesia Católica, estaba en juego”. De hecho, ha sido el propio Papa Francisco quien ha reconocido que no se ha hecho lo suficiente para acabar con la gran crisis eclesiástica ante la que nos encontramos.
Respecto a la recopilación de testimonios y a la redacción de “Lobos con piel de Pastor”, Cortés ha dicho que “ha habido momentos duros: el primero fue cuando hablé con la primera víctima, no había anotado nada por el horror de que estaba contando”. La falta de testimonios y documentos ha dificultado su trabajo, lo cual, según ha afirmado, se debe a que “para las víctimas, que son católicas, revelar los abusos de un sacerdote es algo duro”, se encuentran solas y creen que no le ha ocurrido a nadie más: “ha habido casos verdaderamente sangrantes, de puros depredadores, de curas que han abusado de los siete niños de una familia”.