Desde este lunes la oficina del representante comercial de los EEUU organizará la audiencia de seis dÃas en materia de la elevación de aranceles que impondrá a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares.
A las empresas estadounidenses sólo le quedan dos opciones para enfrentarse al ataque de la elevación de aranceles: buscar la exención de su empresa o convencer a su gobierno de renunciar a la elevación arancelaria y solucionar la disputa comercial con negociaciones. Pero la primera opción —la solicitud de la exención— resulta muy difÃcil. Por ejemplo, en el tema de aranceles de acero, desde mayo de este año las empresas estadounidenses sometieron más de 20 mil de solicitudes para la exención arancelaria, pero, hasta hoy en dÃa, el Departamento de Comercio de los EEUU no ha ratificado ninguna porque este órgano gubernamental adoptaba los puntos de vista de los dos mayores fabricantes de acero de su paÃs, que consideran que la elevación de aranceles de productos importados estimula la producción nacional de acero. Pero, obviamente, estos puntos de vista unilaterales no son justos porque los fabricantes de acero, naturalmente, no quieren la importación de acero.
 Respecto a esta audiencia que tiene lugar en Washington, The Washington Post indicó que la mayorÃa de los participantes de la audiencia pedÃa la exención arancelaria y subrayaba la dificultad de encontrar a proveedores de otros paÃses con excepción de China para sus productos. Se cree que el Departamento del Comercio de los EEUU, muy abrumado, frente a que cada dÃa en mayor medida las empresas piden la exención, no tenga la capacidad de ofrecer una solución.
En realidad, si los participantes optan por convencer a su gobierno de renunciar a la elevación arancelaria, ¿es una buena opción? En la segunda mitad de julio, se celebró la audiencia sobre la elevación de aranceles que impondrá a productos chinos por valor de 16.000 millones de dólares y 82 representantes tomaban la palabra y sólo 6 de ellos mostraban a favor a la elevación arancelaria, es decir, más de 90% de los participantes se oponÃa a esta decisión. Sin embargo, el gobierno norteamericano aún insistÃa en imponer aranceles e hizo caso omiso a las opiniones de la mayorÃa, por lo cual esta vez tampoco podemos mantener la expectativa sobre las objeciones de los empresarios estadounidenses. Es muy posible que el gobierno, como antes, insista en elevar los aranceles e imponer aranceles a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares a principios de septiembre.
¿Qué significa esta acción? Significa el aumento del precio. Si los importadores transfieren la parte incrementada a los consumidores, el precio de los productos, sin duda alguna, aumentará, lo que significa que los consumidores deben pagar más dinero para mantener su nivel actual de vida. O los importadores llevarán estas pérdidas, pero se incrementará el riesgo del aumento de costo y la bajada de la competitividad. No importa cómo optan los importadores, es muy difÃcil para mantener la estabilidad de sus negocios. Si llega el punto de inflexión, las empresas norteamericanas se enfrentarán a despidos o cierre.
El lunes, el mismo dÃa que se inauguró la audiencia, la Asociación Nacional de EconomÃa Empresarial de los EEUU (NABE) publicó un informe sobre la investigación de 251 economistas en materia de las polÃticas económicas en la primera mitad de este año. Según Kevin Swift, vicepresidente de este órgano, 91% de los economistas creen que los aranceles que ha impuesto o va a imponer el gobierno a los productos importados perjudicarán la economÃa de los EEUU, 71% de ellos sostienen que las medidas de la reducción de impuestos van a estimular excesivamente a la economÃa nacional, mientras que 81% de ellos consideran que el gobierno deberÃa reducir la proporción del déficit fiscal al PIB.
Pero, al ser entrevistado por la prensa, el presidente Donald Trump, manifestó que él no tiene horario para solucionar la disputa sobre aranceles con China y el mismo también va a tomar decisiones a lo largo plazo como China. Esto quiere decir que los EEUU están esperando a que los aranceles generen suficiente presión para que China ceda y luego negocie para posicionarse en una posición favorable.
Según la agenda publicada por ambas partes, los EEUU ha decidido imponer aranceles adicionales de 25 por ciento a productos estadounidenses por valor de 16.000 millones de dólares después de hacer los ajustes apropiados a la segunda parte de una lista de productos sujetos a los aranceles, y los aranceles adicionales entrarán en vigor a las 12:01 horas del 23 de agosto, mientras que la parte china también va a tomar las contramedidas necesarias. Pero, al mismo tiempo, la parte norteamericana también invitaba a la delegación de China a celebrar la primera ronda de negociaciones tras la guerra comercial. Parece que Washington implementa una estrategia de dos manos, pero como la segunda economÃa mundial, China tiene la obligación para proteger el sistema multilateral del comercio del mundo y la parte de los EEUU tampoco puede hacer caso omiso a la tenacidad de China y su pueblo.