El día 25 por la tarde (hora local), en una rueda de prensa conjunta，el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acordaron reducir las barreras y mitigar las tensiones comerciales, así como cancelar temporalmente los nuevos aranceles para las mercancías de ambas partes.
Será alentador si EE.UU. y la Unión Europea (UE) terminan la guerra comercial, porque según las experiencias históricas, la guerra comercial es un atraso e ineficaz y no hay ganador. Pero, es dudoso si el Gobierno de Trump pueda cumplir su compromiso. Hace dos meses, EE.UU. y China llegaron al consenso en Washington de cancelar la guerra comercial y el aumento de aranceles. Pero diez días después, la Casa Blanca anunció que exigiría incrementar el 25% de los productos exportados por China a EE.UU. con un valor de 50 mil millones de dólares. Lo que hizo a la comunidad internacional tumultuosa.
Al saber el carácter inconstante del Gobierno de Trump, ahora, la gente trata su acuerdo con la UE con una actitud más cautelosa, prefiere considerarlo como un corto “cese al fuego”.
También se reflejan más testigos en los contenidos del convenio.
Primero, EE.UU y la UE acordaron trabajar juntos para conseguir «cero aranceles, cero barreras no arancelarias y cero subsidios a los bienes industriales no automotrices», e iniciarán una nueva ronda de negociación, con el fin de resolver los problemas de los aranceles de acero y aluminio，los de represalia, y fortalecer la cooperación energética.
Pero estos contenidos son una explicación de la dirección y la actitud de ambas partes, no dicen la hora de ponerlo en práctica, los detalles y el sistema de funcionamiento. En el acuerdo, EE.UU. no aclaró suspender el aumento de aranceles de los productos de acero y aluminio de la UE, tampoco hizo un compromiso detallado sobre cómo resolver el problema de aranceles automotrices. ¿Cuánta justicia tiene este convenio? ¿Si mantienen la confianza mutua las dos partes?
Segundo, el cero aranceles propuesto por Trump no es una iniciativa, en el período del dominio de Obama como presidente estadounidense, EE.UU. y la Unión Europea，han propuesto cancelar los aranceles de más de 97% de las mercancías importadas cuando hicieron la negociación de la “Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión”(TTIP por sus siglas en inglés), pero como existe gran divergencia en la compra gubernamental, la entrada de los productos agrícolas al mercado y la supervisión financiera y otros ámbitos, no logaron éxitos en las negociaciones de varios años. Ahora, sólo quedan 4 meses para las elecciones de la mitad de periodo de EE.UU., ¿Cuanto tiempo y paciencia tiene el Gobierno de Trump para realizar el objetivo de cero subsidios a los bienes industriales no automotrices a través de las negociaciones con la UE?
Tercero，la UE es una alianza formada por 28 países miembros. Los países muestran diferentes actitudes frente a las tensiones comerciales con EE.UU.. Juncker tiene que lograr los apoyos de todos los dirigentes de los miembros de la UE para realizar el convenio final con Trump.
Además, Juncker tiene la premisa al hablar del aumento de la importación del gas natural de EE.UU., es decir, con las condiciones adecuadas y un precio competitivo. ¿Cuáles son las condiciones adecuadas? Lo más importante es que los países europeos lleguen a un consenso de la importación del gas natural de EE.UU. Es muy difícil poner en práctica los dos requisitos de Juncker.
Es obvio que EE.UU. sólo está aplicando una estratagema para retardar el avance del enemigo, cuya meta es ganar más beneficios. Y no quita la posibilidad de que Trump cambie su idea en cualquier momento.
¿Cuántas concesiones hará la UE para satisfacer la ambición de Trump? Frente a los bandidos que rompen la puerta y piden dinero, la mejor táctica es decir “no los tememos”. La única medida de enfrentar el hegemonismo comercial de EE.UU. es encararse con valentía, y contraatacarlo firmemente.
