Últimamente, el discurso del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que hizo acusaciones sin fundamento a las políticas nacionales y exteriores de China, ha enfriado otra vez la relación entre los dos países.
Las autoridades chinas lo refutaron categóricamente, afirmando que el contenido de dicho discurso fue nada más que “hablar de oídas, confundir el bien y el mal e inventarse algo de la nada”. Incluso algunos exsecretarios de Estado de EEUU no aguantan eso. Días atrás, en una entrevista realizada por Fareed Zakaria, famoso presentador de CNN, el primer secretario de Estado afroamericano de EEUU. Colin Powell, y la primera secretaria femenina de Estado de este país Madeleine Albright, expresaron claramente que “China no es enemiga de EEUU, y este no debe declarar una nueva guerra fría con China”.
Albright señaló que, indudablemente, China es un gran país emergente, lo cual por un lado es resultado de la historia propia de China y los esfuerzos de su pueblo, y por el otro se debe a que EEUU ha fallado en asumir su debida responsabilidad internacional, hecho que cedió espacio al desarrollo de China.
Powell indicó que, el desarrollo de China ha beneficiado mucho a EEUU, con sus productos de precio bajo y calidad buena que han satisfecho la demanda del pueblo estadounidense. La guerra comercial iniciada por EEUU está perjudicando a los consumidores estadounidenses. Cree que, más de 300 mil estudiantes chinos han pagado la matrícula completa a las universidades de EEUU, pero hay gente de la Casa Blanca que sugirió expulsarlos, con lo que no estarían de acuerdo la mayoría de los rectores.
Powell tomó como ejemplo la forma de tratar la colisión de aviones en el Mar Meridional de China cuando estuvo en cargo, resaltando la necesidad del respeto mutuo en vez de la amenaza continua, así como el principio de evitar agravar un incidente a una crisis. A su juicio, a la Casa Blanca le falta una estrategia con China, mientras que el Pentágono considera como enemigos a países como China y Rusia. Con respecto a esto, Powell apuntó que, EEUU no debe comportarse así, sino tratar de encontrar la forma de diálogo y contacto, reconociendo el hecho de que los otros países son diferentes que él mismo.
Como pionero en el contacto estatal con China, otro exsecretario de Estado de EEUU., Henry Kissinger, también tiene una profunda experiencia en este ámbito. El mes pasado, en la ceremonia del 50o aniversario de la fundación del Centro de Wilson, Kissinger indicó en su conversación con el exembajador estadounidense en China, Stapleton Roy, que tanto China como EEUU cuentan con el poder de cambiar el mundo según su propia voluntad. EEUU depende del sistema político constitucional democrático, y China posee la sabiduría proveniente de la experiencia de administración durante miles de años.
Kissinger dijo que, considera a China como un socio potencial para establecer el orden internacional, de no ser así, el mundo estará sumergido en conflictos. Por lo tanto, EEUU no debe buscar aliados por el globo para enfrentarse con China. Destacó que, si las dos partes realmente se declaren guerras, no harían falta los aliados.
Kissinger opina que, la paz y prosperidad del mundo actual dependen del encuentro de una forma para dedicar esfuerzos conjuntos por parte de ambas partes. A pesar de que China y EEUU no siempre buscan lo mismo, por lo menos se puede controlar la discrepancia entre sí. Además, hay que fijar unas metas comunes que acerquen a los dos.
Kissinger resaltó que, el problema entre China y EEUU no radica en el ganar o perder, sino cómo mantienen los dos países el diálogo a fin de continuar el orden y la justicia internacionales.
Él indicó que, los chinos toman las políticas como un largo proceso que necesita ser promovido continuamente y, por su parte, los estadounidenses son pragmáticos, y esperan obtener resultados instantáneos. Esto también se ha reflejado en las negociaciones entre los dos Estados. Desde el punto de vista de Kissinger, China y EEUU pueden y necesitan aprender el uno del otro.
Fuente CRI