China respondió el viernes a los aranceles comerciales estadounidenses con unas medidas de similar cuantía, por valor de 34 mil millones de dólares. Beijing acusó a Washington de haber comenzado «la mayor guerra comercial de la historia». La escalada de tensión entre las dos economías más importantes del mundo ha aumentado considerablemente.

Los aranceles estadounidenses, que Beijing denomina «medidas intimidatorias», tienen como objetivo los sectores aeroespacial, informático, automovilístico y el de equipos médicos. Según los analistas, debido a estas medidas, a las empresas estadounidenses les resultará más caro adquirir este tipo de componentes y esto se traducirá en un aumento de los precios que pagarán los consumidores.

Los aranceles chinos gravan los productos agrícolas y las manufacturas estadounidenses, como la soja, el marisco y los automóviles.

Según los expertos, estas medidas arancelarias fomentarán que tanto los consumidores como las empresas chinas adquieran productos de otros mercados, como Brasil o la Unión Europea, y que los fabricantes y granjeros estadounidenses tengan que buscar consumidores en otros países.

Fuente: CGTN

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