Beyoncé y su marido el productor musical Jay Z (47) forman una de las parejas más poderosas de la industria de la música con una fortuna estimada en 1.600 millones de dólares, según los datos publicados por la revista Forbes. La pareja ha amasado esta gran cantidad de dinero gracias a la venta de sus discos y al precio de las entradas de sus conciertos.
Exigente durante sus espectáculos la estrella musical tiene fama de caprichosa. Durante la gira Formation World Tour, correspondiente al sexto álbum en solitario (Lemonade) de la cantante, Beyoncé pidió tres camerinos cada uno destinado para un uso particular (sala de relajación, peluquería y maquillaje y vestidor).
Entre sus pasiones figuran la pintura y la fotografía que le sirven como vía de escape en medio de sus agotadoras giras. Como coleccionista de arte la artista nortamearicana aprovecha sus viajes para visitar galerías y museos. En París, Jay Z y Beyoncé, se permitieron el lujo de cerrar el museo del Louvre al público para realizar una visita absolutamente privada.
Caprichos de diva
Dentro de su fondo de armario Beyoncé guarda unos leggings de oro valorados en 100.000 dólares y unas sandalias compuestas por 1.290 diamantes cuyo coste ascendió a los 284.000 euros. Siendo este tipo de zapatos difíciles de combinar la cantante norteamericana decidió comprarse otro accesorio para conjuntarlas. Adquirió, entonces, un cinturón con los mismos apliques que las sandalias por un precio de 73.000 euros.
Estos caprichos de la pareja más poderosa del panorama musical han incluido también a sus vástagos. Con motivo del nacimiento de su primera hija Beyoncé adquirió una trona con cristales de Swarovski, sonajeros y muñecos con diamantes de Tiffany, un caballito balancín de oro macizo valorado en más de 300.000 dólares y una Barbie de 60.000 dólares.
CAJA DE TEXTO: Una de las mansiones más lujosas de Bel Air
Jay Z y Beyoncé adquirieron por 120 millones de dólares una de las mansiones más lujosas de Bel Air en Los Ángeles (California). Levantada sobre un terreno de casi 2.800 metros cuadrados la propiedad cuenta con cuatro piscinas, ocho habitaciones, 11 baños y un espacio para montar un estudio de grabación. Además, dispone de un garaje para 15 coches, un spa, un helipuerto y ventanales panorámicos a prueba de balas.
